Poder, Omnipotencia (DFV)

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Diccionario Filosófico - Tomo IX de Voltaire
Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

Poder, Omnipotencia

Supongo que el que lea este artículo, estará convencido de que este mundo está formado con inteligencia, y que un poco de astronomía y de anatomía bastan para hacer admirar esta inteligencia universal y suprema.

Repitamos siempre, Mens agitat molem.

Mas ¿puede el lector saber por si mimso, si esta intelligencia es omnipotente, esto es, infinitamente poderosa? ¿Tiene la menor idea de lo infinito para compender lo que es una potencia infinita?

El célebre historiador filósofo David Hume dice: [1] "Un peso de diez onzas se levanta en una balanza por otro peso; luego este otro peso es de mas de diez onzas; pero no se puede dar razon, porqué será de ciento."

Tambien se puede decir: Tú reconoces una inteligencia bastante fuerte para formarte, para conservarte un tiempo limitado, para recompensarte y para castigarte. ¿Y sabes bastante para demostrar que esta inteligencia puede mas?

¿Como puedes probar por tu razon que este ser puede mas que lo que ha hecho?

La vida de todos los animales es corta. ¿Podia hacerla mas larga?

Todos los animales son el pasto los unos de los otros sin escepcion: todo nace para ser devorado. ¿Podia formar sin destruir?

Tú ignoras cual es su naturaleza: Luego no puedes saber si lo ha forzado su naturaleza á no hacer mas que las cosas que ha hecho.

Este globo no es mas que un vasto campo de destruccion y de carnicería. O el gran Ser ha podido hacer de él una mansion eterna de delicias para todos los seres sensibles, ó no lo ha podido: si lo ha podido y no lo ha hecho, teme considerarlo como maléfico; pero si no ha podido, no temas considerarlo como una potencia muy grande, circunscripta por su naturaleza dentro de sus límites.

Que esta potencia sea ó no infinita, nada te importa. A un súbdito le es indiferente que su señor posea quinientas leguas de terreno, ó cinco mil; de una ó de otra manera no es él ni mas ni ménos súbdito.

¿Qué sería mas injurioso á este Ser inefable, decir que ha hecho desgraciados sin poder dispensarse de hacerlos, ó decir que los ha hecho por su gusto?

Muchas sectas lo representan como cruel; y otras de miedo de admitir un Dios malo, tienen la audacia de negar su existencia. ¿No valdria mas decir que probablemente la necesidad de su naturaleza y la de las cosas lo han determinado todo?

El mundo es el teatro del mal moral y del mal físico, como se conoce demasiado: y el Todo está bien de Shaftesbury, de Bolingbroke y de Pope no es mas que una paradoja, una agudeza y una mala chanza.

Los dos principios de Zoroastro y de Ménes,tan alambicados por Bayle, son una chanza todavía peor. Estos dos principios son como los dos médicos de Moliere, uno de los cuales dice al compañero: Permíteme el vomitivo y yo te permitiré la sangría. El maniqueismo es absurdo; y esta es la razon por que ha tenido tantos partidarios.

Confieso que no he adquirido grandes luces de todo lo que dice Bayle sobre los maniqueos y sobre las paulicianos. Todo ello es controversia, y yo hubiera querido filosofía. ¿Para que se ha de hablar de nuestros misterios con Zoroastro? Desde que hay la osadia de tratar de nuestro misterios, que no exijen mas que la fe y no raciocinios, no se hace mas que abrirse precipicios.

El guirigay de nuestra teología escolástica no tiene nada que ver con el guirigay de los delirios de Zoroastro.

¿Para que se ha de discutir con Zoroastro el pecado original? Nunca se ha tratado de esto hasta el tiempo de san Agustin: y ni Zoroastro, ni ningnn otro legislador de la antigüedad oyeron jamas hablar de él.

Si quieres disputar con Zoroastro, pon de un lado el antiguo y el nuevo Testamento que él no conocia, y que es necesario reverenciar sin querer esplicarlos.

¿Qué hubiera yo dicho á Zoroastro? Mi razon no puede admitir dos dioses que se combaten, porque esto no es bueno, sino en un poema en que Minerva se pelea con Marte. Mi débil razon está mucho mas contenta con un solo gran Ser, cuya esencia era hacer y que ha hecho todo lo que le ha permitido su naturaleza; y mi pobre razon no se satisface con dos seres uno de los cuales echa á perder todas las obras del otro. Tu mal principio Arimánes no ha podido desordenar ni una sola de las leyes astronómicas y fisicas del buen principio Oromáses; y todo va con la mayor regularidad en los cielos. ¿Porqué el malvado Arimánes tendria limitada su potencia á este pequeño globo de la tierra?

Si yo hubiera sido Arimánes, hubiera atacado á Oromáses en sus hermosas y grandes provincias de tantos soles y de tantas estrellas; y no me hubiera contentado con hacerle la guerra en una ruin aldea.

En esta aldea hay ciertamene mucho mal; pero ¿de donde sabemos que este mal no era inevitable?

Tu te ves precisado á admitir una inteligencia esparcida en el universo; pero, 1º ¿sabemos por ejemplo si este poder se estiende hasta preveer lo futuro? Tú lo has asegurado mil veces; pero nunca has podido ni probarlo ni comprenderlo. Tú no puedes saber como un ser cualquiera ve lo que no existe: es así que lo futuro no existe; luego ningun ser puede verlo. En este caso te reduces á decir que prevee; pero preveer es conjeturar.

Ahora bien, un Dios que segun tu opinion congetura, puede engañarse: y en tu sistema se ha engañado en efecto; porque si hubiera previsto que su enemigo emponzoñaria aquí abajo todas sus obras, no las hubiera producido; y no se hubiera preparado por sí mismo la vergüenza de ser vencido continuamente.

2° ¿No le hago yo mucho mas honor diciendo que lo ha hecho todo por la necesidad de su naturaleza, que el que le haces tú suscitándole un enemigo que desfigura, que mancha y que destruye aquí abajo todas sus obras?

3° No es tener de Dios una idea indigna el decir, que habiendo formado millones de mundos, donde no habitan la muerte y el mal, ha sido necesario que la muerte y el mal habitasen en este.

4° No es rebajar á Dios el decir que no podia formar al hombre sin darle el amor propio; que este amor propio no podia conducirlo sin estrabiarlo casi siempre; que sus pasions son necesarias, pero que le son funestas; que la propagacion no puede ejecutarse sin deseos; que estos deseos no pueden animar al hombre sin disputas; que estas disputas producen necesariamente las guerras, &c. &c.

5° Al ver una parte de las combinaciones de los reinos vegetal, animal y mineral, y este globo agugereado por todas partes como una criba, del que se escapan tantas exhalaciones, ¿cual será el filósofo bastante atrevido, ó el escolástico bastante necio que vea claramente que la naturaleza podia detener los efectos de los volcanes, las intemperies de la atmósfera, la violencia de los vientos, las pestes y todas las plagas destructoras?

6° Es necesario ser muy poderoso, muy fuerte, y muy industrioso para haber formado los leones que devoran á los toros, y los hombres que inventan armas para matar de un solo tiro, no solamente los toros y los leones, sino tambien para matarse los unos á los otros. Es necesario ser muy poderoso para haber hecho las arañas que tejen su red para cojer las moscas: pero esto no es ser omnipotente, ó infinitamente poderoso.

7° Si el gran Ser fuera infinitamente poderoso, no hay ninguna razon porqué no hubiera hecho á los animales sensibles infinitamente felices: no los ha hecho así; luego no los ha podido hacer.

8° Todas las sectas de los filósofos han naufragado contra el escollo del mal físico y moral. De forma que no queda mas que confesar, que habiendo Dios obrado para lo mejor, no ha pedido obrar mejor.

9° Esta necesidad corta todas las dificultades, y acaba todas las disputas. Nosotros no tenemos el descaro de decir todo está bien; sino que decimos: todo está lo ménos mal que podia estarlo.

10° ¿Porqué se muere un niño en el seno de su madre? ¿Porqué otro que ha tenido la desgracia de nacer, está reservado á tormentos tan largos como su vida, que se terminan por una muerte horrorosa?

¿Porqué el origen de la vida está envenenado en toda la tierra desde el descubrimiento de la América? ¿Porqué desde el séptimo siglo de nuestra era vulgar se lleva la viruela la octava parte del género humano? ¿Porqué en todas épocas han estado las vejigas espuertas á ser unas canteras de piedras? ¿Porqué existen la peste, el hambre y la inquisicion? Hácia cualquiera parte que nos dirijamos, no encontrarémos mas respuesta, sino que todo ha sido necesario.

Yo hablo aquí solo á los filósofos, y no á los teólogos. Sabemos que la fe es el hilo del laberinto. Sabemos bien que la caida de Adam y de Eva, el pecado original, al inmenso poder concedido á los diablos, la predileccion del Ser supremo por los Judios, y el bautismo sustituido á la amputacion del prepucio, son las respuestas que lo aclaran todo. Pero nosotros hemos argumentado solamente contra Zoroastro, y no contra la universidad de Conimbra ó de Coimbra, á la que nos sometemos en todos nuestros artículos. Véanse las cartas de Memius á Ciceron; y responda á ellas el que pueda.


  1. Providencia particular, pag. 359.